
¿Qué hacer si tienes más deseo sexual que tu pareja?
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¿Qué hacer si tienes más deseo sexual que tu pareja?
El deseo sexual no siempre es simétrico en una relación, y eso es completamente normal. Sin embargo, cuando la diferencia de libido comienza a generar frustración, inseguridad o distancia, es importante abordarlo con comunicación y estrategias saludables.
1. Hablar sin presión ni culpas
El primer paso es tener una conversación honesta con tu pareja. Muchas veces, el deseo sexual se ve afectado por factores como el estrés, el cansancio o cambios hormonales. Evita abordar el tema con reclamos y, en su lugar, exprésate desde el "yo" y ponte en su lugar: "He notado que tengo más ganas que tú, y me gustaría entender cómo te sientes al respecto".
2. Identificar las causas
El deseo sexual fluctúa y no siempre es un reflejo del amor o la atracción en la pareja. Algunas razones comúnmente relacionadas con una libido baja incluyen:
● Estrés y ansiedad.
● Problemas de autoestima o imagen corporal.
● Factores hormonales o de salud.
● Monotonía en la intimidad.
● Diferencias en el deseo natural de cada persona.
Si la baja libido es un problema persistente, podría ser útil acudir a un especialista para explorar posibles soluciones.
3. Explorar nuevas formas de intimidad
No todo se trata de la penetración. La intimidad se puede fortalecer con gestos, caricias, masajes, juegos eróticos y juguetes sexuales. Ampliar el repertorio de placer puede ayudar a que ambos se sientan cómodos y conectados sin presión.
Es importante recordar que no todo tipo de caricias tienen que llevar sí o sí a la penetración, ¡déjate llevar! y exploren juntos nuevas experiencias que pueden ayudar a fortalecer la conexión emocional y física
4. Respetar los tiempos y necesidades
Es importante recordar que nadie "debe" tener sexo por obligación o compromiso. Si tu pareja necesita más espacio o menos frecuencia, también es válido encontrar formas de autoplacer que complementen la relación. La masturbación y el uso de juguetes pueden ser una excelente opción para equilibrar el deseo sin afectar la dinámica de pareja.
A su vez, entender los momentos en los que la pareja está más dispuesta a la intimidad puede hacer una gran diferencia. Algunos prefieren las mañanas, otros las noches, y conocer esos detalles permite encontrar puntos intermedios que funcionen para ambos.
5. Buscar soluciones juntos
Si el problema persiste, podría ser útil recurrir a terapia de pareja o sexológica para recibir orientación profesional. A veces, un punto de vista externo ayuda a encontrar estrategias efectivas para conectar mejor en la intimidad.
Conclusión
La diferencia en el deseo sexual no tiene por qué ser un problema insuperable. Con comunicación, comprensión y creatividad, es posible encontrar un equilibrio que funcione para ambos. Lo más importante es que ninguna de las partes se sienta presionada o invalidada, y que la relación continúe basada en el respeto y el placer compartido.